La dieta tradicional China utiliza los alimentos no sólo como sustento, sino como terapia para combatir enfermedades y como una manera de armonizar el cuerpo, prolongar la vida y evitar la obesidad. Combina especias y sabores ricos y saludables. Cuenta con bajas a moderadas cantidades de proteína animal y muchos alimentos a base de plantas.
La dieta china se basa en la filosofía del yin y el yang, la comunión con las estaciones y el equilibrio de los sabores. Se tiene la creencia de que cada cosa que se come puede influir en la condición general y el bienestar.
La dieta china se basa en grandes cantidades de verduras ligeramente cocidas al vapor o salteadas, acompañadas de arroz o fideos, y en menor cantidad carne o pescado que se sirven como acompañantes en porciones más pequeñas que las que acostumbramos en occidente.
En la tradición china los vegetales son el centro de atención, se les da prioridad en la alimentación para disfrutar de sus beneficios. La clave es que la mayoría del plato es vegetal acompañado de arroz generalmente que es un alimento bajo en grasa y rico en nutrientes y fibra y que además aporta saciedad, a éstos platos se les agrega sólo un poco de proteína.
Incorporan el ajo y el jengibre como ayuda para la digestión, y no tanto por su sabor.
El té verde un gran antioxidante es también parte de la dieta.
En la tradición china, se come hasta sentirse lleno y luego paran de comer, acostumbran tres buenas comidas cada día, y no realizan dietas restrictivas, ni a “picar entre comidas”.
Otro punto clave en la alimentación china, es que cada comida incluye sopa o un plato a base de sopa, por tanto también crean un equilibrio entre los alimentos húmedos y los secos.
Las semillas de sésamo son otro de los alimentos que más comen los chinos. Estas semillas protegen las células del hígado contra los efectos nocivos del alcohol y otros productos químicos, y también son consideradas como buena opción para una limpieza corporal.